Emprendedor exitoso #268 - Jesús de Hoyos
Tus necesidades empresariales como nuevas empresas
Referencias
-Emprendimiento
Grupo IKON; Ink Creativa; The Blue Key; iHomes
-Herramienta
-Libro o película
Libros: “El Ikigai del Éxito. Cómo tener éxito en la vida, en los negocios y ayudar al mundo en el camino” de Jesús de Hoyos; “Padre Rico, Padre Pobre” de Robert Kiyosaki y Sharon Lechter; “El cuadrante del flujo del dinero: Guía del Padre Rico hacia la libertad financiera” de Robert Kiyosaki y Sharon Lechter
-Contacto
Blog: www.lideremprendedor.com
Recomendaciones
Entrevista
-Roberto Ibarra: Hola Vidapreneurs, ¿cómo están? Roberto Ibarra aquí con ustedes. Recuerden que mi correo es roberto@vida-e.com. El día de hoy estamos con un emprendedor en serie, que actualmente cuenta con seis empresas, todas constituidas formalmente y vendiendo con éxito. La primera es Uholding, y es una empresa desarrolladora de un grupo inmobiliario llamado Grupo IKON. Aquí se dedica a levantar capital privado para desarrollar proyectos inmobiliarios. El año pasado levantaron cerca de 60 millones de pesos de capital privado. La siguiente son una urbanizadora y una constructora que se encarga de los proyectos una vez que se ha levantado el capital. Uno de sus últimos proyectos ha sido un fraccionamiento residencial de 400 viviendas. Las otras tres empresas les dan servicio a las primeras tres, pero además ya cuentan con una cartera de clientes propia. Una agencia de publicidad de publicidad y marketing llamada Ink Creativa, una agencia de brokeraje de crediticio, llamada The Blue Key Servicios Financieros, y una empresa de domótica y automatización de hogares inteligentes llamada iHomes. Actualmente escribe para Entrepreneur.com, para la revista Lifestyle y para la revista Pro Magazine. También publicó un pequeño e-book llamado “El Ikigai del éxito: Cómo obtener éxito en la vida, en los negocios y ayudar al mundo en el camino.”, a ver si lo pronuncié correctamente. Está hoy con nosotros Jesús de Hoyos. Jesús, ¿cómo estás hoy?
-Jesús de Hoyos: Bien, bien. Muchas gracias por la invitación.
-Roberto Ibarra: Muchas gracias por estar con nosotros. Jesús, ¿tú normalmente en qué parte del mundo te encuentras trabajando?
-Jesús de Hoyos: En Monterrey, México.
-Roberto Ibarra: Excelente. Jesús, tú cuando vas a una fiesta o algún evento, -esta es una buena pregunta para ti- y te preguntan a qué te dedicas, ¿cómo explicas tú esto?
-Jesús de Hoyos: Pues sí es complicado. La verdad es que la forma más sencilla de decirlo es que soy emprendedor, empresario, y tengo varias empresas. Aunque usualmente depende mucho del lugar en el que estoy, el contexto y con la gente con la que me encuentro. Una vez como emprendedor es el primer vendedor o el que está en la primera línea de fuego. Entonces lo que me gusta hacer es entender con quién estoy, dónde estoy, y dependiendo de eso escojo la empresa con la que quiero introducirme.
-Roberto Ibarra: Excelente, Jesús. ¿Pero podrías decir que de todas estas empresas la urbanizadora y la constructora son los proyectos más grandes que tienes?
-Jesús de Hoyos: Digamos que es una desarrolladora inmobiliaria, no sé, si quieres te platico muy brevemente…
-Roberto Ibarra: Sí, por favor.
-Jesús de Hoyos: Yo soy arquitecto. Me gusta decir que soy arquitecto de profesión, pero empresario por vocación. Me dediqué mucho al tema de la vivienda y el desarrollo inmobiliario, durante muchos años. Durante todo ese tiempo trabajé para muchas empresas muy grandes, desarrolladoras de vivienda, a la par que iba emprendiendo otros negocios, por cierto, muchos de ellos fracasaron absolutamente y ahí poco a poco fui emprendiendo. Negocios que no tenían nada que ver con lo que estaba haciendo yo. De ahí que empecé a entender que lo más fácil era tratar de emprender negocios afines. Entonces durante el tiempo que estuve en estas empresas muy grandes fui aprendiendo lo más que pude, hasta que un buen día me independicé, y ahorita tengo una desarrolladora inmobiliaria que lo que hago es invitar a inversionistas a que aporten capital, y a otros a que aporten terrenos. A través de mis socios desarrollamos proyectos inmobiliarios.
-Roberto Ibarra: Para ver si lo entiendo Jesús, brevemente, esta empresa de Grupo IKON, ¿gana dinero por hacer este levantamiento, pero a su vez también la constructora y la desarrolladora de los proyectos gana dinero? ¿Por todos lados cada que se involucra una de tus entidades, hay un ingreso adicional? ¿Es tal cual, así como se van estructurando estos proyectos?
-Jesús de Hoyos: Más o menos. Sí se van apalancando, siempre y cuando, eso es muy importante, que las empresas adicionales le proporcionen la misma o una mayor calidad al mismo, o un precio más bajo. ¿Qué quiere decir? Que ninguna va a solapar ni a subsidiar a otra. Tenemos que ofrecer mejor calidad a menor precio.
-Roberto Ibarra: Súper interesante Jesús, seguro vamos a platicar un poquito más de esto un poco más adelante. Pero antes de entrar a fondo a estos emprendimientos, y a que nos platiques de tu trayectoria, parte de lo que hacemos aquí en el programa de Vida Entrepreneur es motivar a nuevos emprendedores a que nazcan. Pero primero les queremos contar la realidad, que nueve de cada diez emprendimientos van a fracasar, y cómo el emprendedor se comporte ante estas situaciones difíciles es lo que va a definir su éxito posterior. Entonces en esa tónica Jesús, por favor cuéntanos la historia de tu peor momento como emprendedor. La situación que más te haya dolido a la fecha en algunos de tus emprendimientos actuales o anteriores. Llévanos a revivir ese momento contigo, por favor.
-Jesús de Hoyos: Híjole, está muy duro. Yo creo que ha habido muchos, pero hay uno en particular, que fue hace varios años. Te platico. Como te decía, yo invito a inversionistas a que metan capital privado en proyectos inmobiliarios. Entonces hace varios años me tocó conocer a un inversionista conocido de aquí de la ciudad. Está él en ese momento trayendo bastante capital, producto de otros negocios que estaba haciendo, y justamente estaba buscando invertir en proyectos inmobiliarios. Entonces nosotros llegamos, y haz de cuenta que se juntaron el hambre con las ganas de comer. Estábamos justo en el momento correcto con la persona correcta, y traía bastante capital para invertir. Entonces funcionó muy bien, le hicimos una presentación del proyecto que traíamos, le interesó mucho, empezamos a platicar, a entendernos. Fue digamos que una negociación inicial de conocernos como de ocho meses, hasta que empezamos a trabajar. Conforme empezamos a trabajar, yo empecé a involucrar a mis socios. Empezamos a trabajar, y llegó un punto en el que él me decía: ¿saben qué? Me está gustando el proyecto, me está gustando la industria. ¿Por qué no me ayudan a hacer empresa? Yo ya no quiero ser inversionista pasivo, quiero ser activo. Quiero que me ayuden a hacer empresa y a hacer también una desarrolladora. Entonces en ese momento me pareció interesante, porque él traía mucho músculo financiero detrás. Empezamos a desarrollar varios proyectos, y entonces lo que hicimos fue que dejamos un poquito en standby nuestra empresa, y empezamos a ayudarle a construir la propia de él, con nosotros ahí de la mano. Entonces desarrollamos todo, desde el nombre, la marca, los procedimientos. Reclutamos personal, arrancamos los proyectos, en fin. Construimos una empresa hecha y derecha. Más de 60 empleados con más de 200 millones de pesos invertidos. Había algunas diferencias en el camino, sobre todo en los estilos de liderazgo y los estilos de trabajo. Él venía de empresas más tradicionales en donde era un liderazgo de commanding control, muy autoritario, y así es como le funcionaba a él. Mi liderazgo es mucho más abierto, más colaborativo, participativo, orientado a resultados. A veces teníamos ahí nuestras diferencias, y batallábamos en entendernos en algunos casos. Pero, en fin, iba caminando. Normalmente mi negocio está en el desarrollo del proyecto, junto con el inversionista, y nos llevamos una parte de la utilidad. Esa utilidad va ligada directamente al éxito del proyecto. Entre más exitoso sea el proyecto, nosotros ganamos más. Menos exitoso, nosotros ganamos menos. Pero un buen día me dijo: ¿sabes qué? Necesito hablar contigo. Nos reunimos y me dijo: me estás saliendo muy caro. Me dice: me sale más barato contratar un director general, al que le puedo pagar no sé, 300,000 pesos mensuales, que repartir utilidad contigo. Entonces negocios son negocios y lo siento. Ahí fue donde entendí que había cometido el súper error que fue la novatada más grande que me tocó como emprendedor, y vaya que me tocó ya después de muchos años de haber emprendido mis primeros negocios. Fue el hecho de nunca haber firmado un contrato. Yo soy una persona a la que le gusta trabajar en base a la confianza. Si encuentro una persona que no me genera confianza, simplemente no hago negocios con él. Me gusta que sea siempre ganar-ganar. Pero no todos piensan igual. Entonces ahí fue donde entendí que había sido un súper error haber confiado, nunca haber firmado ningún contrato, ningún documento, nada. En ese momento había dejado yo por dos años en standby mi empresa, y había estado trabajando para él, construyéndole la suya. De repente de la noche a la mañana me quedé sin nada. Entonces fue prácticamente empezar de cero, y lo más doloroso… sí fue muy doloroso y me da mucho coraje, pero ni hablar; pero al final de cuentas yo decía: si lo hice una vez, lo puedo hacer otra vez, y siempre he tenido mucha autoconfianza. Yo ya era exitoso antes de llegar aquí, puedo salir adelante. Pero lo más doloroso fue realmente que semanas y meses después de que yo salí, empezaron a deshacerse de todo el equipo que yo había metido. Toda esa gente que en su momento confió en mí, que yo les llamé de otras empresas, que creyeron en mí y que se fueron sumando poco a poco a esta otra empresa que fuimos construyendo, todos ellos empezaron a salir poco a poco, porque obviamente llegó un nuevo director, trajo su gente, su equipo. La gente anterior era gente de mi confianza, no de ellos. Entonces el ver cómo se iban deshaciendo de cada uno de ellos fue lo más doloroso, básicamente.
-Roberto Ibarra: Jesús, está súper intensa esta historia, y hay mucho trasfondo detrás de ello. Yo lo que me llevo de la parte inicial para compartirlo con nuestros Vidapreneurs es esta parte que tú dices de los contratos. Hemos entrevistado por ejemplo al fundador de una empresa que se llama Legalix, que es para creación de contratos en línea. Tal cual yo lo que le preguntaba es: al final del día, si tú ofreces un servicio en línea, ¿cómo funciona después el proceso de defender el contrato? Él muchas veces me la volteó a que, en muchas ocasiones, el contrato no es tal cual un recurso para que esperes demandar después a alguien, pero es tal cual un recurso que se utiliza para llegar a acuerdos. Entonces que quede claro por ejemplo en qué situaciones, por ejemplo, esta que tú viviste, qué situaciones podrías salirte, o cómo sería el proceso de salida, así como el proceso de reparto de utilidades, como en el caso. Al final queda todo muy claro para todos en estas cuestiones de contratos. No sólo en la parte de defensa, en el caso de incumplimiento, sino también es esta parte de generación de acuerdos. A mí en lo personal lo que he ha pasado Jesús, es que en algunos proyectos que hemos hecho, cuando tú sacas un contrato, hay personas que te dicen: oye, pero a ver, espérate. ¿Cómo que un contrato? ¿Estás desconfiando de mí? Yo lo que les comentaba siempre es que no es que desconfíe de ti, pero es tal cual un proceso de respeto que yo quiero que esté todo muy claro desde el principio para cualquier cosa que se pueda suscitar, ya esté claro cómo debemos proceder en la mayoría de los casos. No sé tú cómo ves después de esto, Jesús, la parte de los contratos. ¿Es algo que tú haces más bien pensando en esta historia, acordándote que si sale algo habría que demandarlo? ¿O lo es como una parte de acuerdos? ¿Qué visión tienes tú de armar estos contratos?
-Jesús de Hoyos: Definitivamente fue la lección más dura que me tocó aprender. A raíz de eso ahorita ya todos los proyectos traen contratos. Además, contratos que reviso una y otra vez, con lo que le llamamos Golden Parachutes, que es en caso extremo de que hubiera un desentendimiento entre ambas partes, que la ruptura del contrato sea lo más sana posible, y fíjate que posteriormente no nada más eso, sino que he sido todavía más cuidadoso en la selección de mis inversionistas. Hoy por hoy trabajamos con inversionistas que son muy abiertos, que compartimos inclusive valores, compartimos el ganar-ganar, en donde tal vez el contrato podría parecer como que está de más, porque llevamos una muy buena relación, pero en el fondo es importantísimo. A mí me tocó aprenderlo de la forma dura. Pareciera como que fue una novatada absurda, pero nos pasó y a mí y a mis socios. Entonces a partir de eso ahorita ya todo lleva contratos, independientemente de que haya mucha confianza o no, así son los negocios y así se deben de tratar.
-Roberto Ibarra: Está súper claro esto que nos comentas también Jesús del Golden Parachute, de cómo se va a deshacer un contrato en caso de que se requiera, y negociarlo desde el principio, esperando que quizá nunca suceda, pero si llega este momento ya está acordado cómo debe ser el proceso para que sea menos doloroso. Jesús, ahora vamos a pasar a la sección donde normalmente platicamos de cómo se te ocurre una idea, y cómo es que creas tú un emprendimiento. De la lista de las seis empresas que tienes ahorita, de las que hemos platicado, cuéntanos cómo decides tú crear un nuevo emprendimiento. ¿Qué está pasando en tu día a día? Tú ya tienes por ejemplo seis. ¿Cómo te levantas mañana a mañana y te llega la inspiración para crear la séptima? ¿Qué proceso sigues para crear estas empresas? Cuéntanos alguna historia de estas, por favor.
-Jesús de Hoyos: Como empezó todo. Yo siempre he tenido la idea de ser independiente, tener mi propio despacho, pero como que no tenía muy claro cómo. Todo empezó cuando leí el libro de “Padre rico, padre pobre”, que seguramente conoces tú y tu audiencia. Ese libro fue el que a mí me abrió la forma de pensar en cuanto a por qué tenía que emprender, cuáles eran las ventajas de tener esa libertad financiera, y cuál era la diferencia entre trabajar toda la vida para alguien y tener tu propio negocio. Realmente así es como se me ocurre emprender finalmente, y como arranco la primera empresa. Después en el camino estuve arrancando varias con esa misma inquietud que a veces tenemos los emprendedores, de que de repente ahí se nos atraviesa un negocio nuevo e interesante, y aunque muchas veces no conocemos bien la industria, nos lo venden bien y órale, va. Ahí fue donde empecé a tener los siguientes tropiezos como emprendedor. Tratar de emprender negocios donde no le sabía nada a la industria, no la conocía, no entendía el mercado. Muchas veces eran corazonadas. Entonces eso es otro de los grandes errores de los emprendedores que tenemos. Una vez que fracasaron algunos de esos negocios, me di cuenta que lo que tenía que hacer era emprender negocios en mercado que conocía, en industrias que conocía, en donde tuviera por lo menos algo de experiencia, y eso me iba a ayudar a entender mucho mejor el tipo de modelo de negocio que requería, el tipo de socios que requería, y la otra es que me di cuenta que podía apalancarme en mi negocio, que en ese momento era más exitoso, que era la inmobiliaria. Así fue como empieza, y, por ejemplo, un par de ejemplos. La agencia de publicidad y marketing. Yo ya tenía un pequeño equipo que hacía toda la publicidad, marketing, branding de los desarrollos inmobiliarios. Ya tenía un equipo interno, y lo único que hice fue que dije: deja ver qué tal si aíslo un poco ese equipo y empiezo a buscar clientes afines también dentro del inmobiliario, y a ver qué pasa. Funcionó. Dije: ah, ¿qué pasa si conseguimos clientes en otros ramos? También funcionó. Entonces en ese momento dije: si ya tengo el equipo, ¿por qué no aislarlo un poquito de la inmobiliaria y crear una marca y una empresa independiente? Así fue como salió. Entonces esta empresa les da servicio a mis proyectos, y ahorita ya tiene clientes propios. Luego de repente te platico la otra, muy parecida, que es la empresa de domótica, que más o menos fue algo similar. Domótica los que somos arquitectos le llamamos a la automatización de casas inteligentes. Que desde tu teléfono controles iluminación, audio, video, cámaras de la casa. Entonces con el afán de yo tener una ventaja competitiva en mis desarrollos inmobiliarios, se me ocurrió buscar un sistema de estos, estuve buscando durante buen rato el sistema que fuera el indicado, que no fuera caro, que fuera fácil, práctico, etcétera. Di con un sistema en Estados Unidos. Compré la franquicia y la exclusividad. Lo traje aquí a Monterrey, México, y lo empecé a aplicar en mis proyectos. Funcionó muy bien, la verdad es que es y sigue siendo una súper ventaja competitiva. Pero me di cuenta que el sistema tenía muchísimo potencial. Entonces dije: ¿qué pasa si lo empiezo a vender a proyectos que no sean competencia directa mía y a particulares? Lo empecé a hacer, me di cuenta que funcionaba, y entonces dije: bueno, vamos a hacer otra empresa aparte, que ya les venda a clientes propios y que también les venda a mis proyectos. Así fue como se van dando estas otras empresas.
-Roberto Ibarra: Jesús, está muy interesante tu modelo de crecimiento, tal como dices, que vas creando fuerza interna, y después dices: es tan buena que vamos creando una empresa que no sólo nos ofrezca servicios a nosotros, sino que los pueda ofrecer a alguien más. Ese es el modelo con el que has ido creciendo y expandiéndote. Tal como dices tú, todo es alrededor, o ha nacido a través de tu empresa de proyectos inmobiliarios. Te lo preguntaba porque por ejemplo al principio suena como que yo tengo la empresa de levantamiento de capital, después tengo la empresa con la que vamos a construir, y el proyecto va a requerir por así decirlo cemento, entonces yo tengo la empresa de cemento. Luego palas, yo tengo la empresa de palas. Al final se puede interpretar como extraño, pero tal como tú dijiste, es esta parte que quería que tocáramos ahora, cada una de estas empresas tiene que ser competitiva, que eso significa que en términos de mercado debe de ofrecer algo mejor o igual a la competencia que está allá afuera. ¿Cómo le haces tú, o cómo es la mentalidad de que dices tú: tengo este departamento interno y a partir de seis meses se va a tener que autosustentar y va a tener que salir a vender a otros clientes? Si yo un día no necesito el proyecto, al final ellos van a tener otros clientes. ¿Cómo te llega este proceso mental de crear tus propias unidades que compitan por sí solas en el mercado, y cómo lo ve también tu gente? Dicen: híjole, pues esto es cada vez más difícil porque me contratan para una cosa y al final me ponen en una empresa nueva.
-Jesús de Hoyos: Sí, de hecho, es muy importante eso que platicas. Algo importantísimo es que ninguna empresa va a subsidiar a otra. Eso está prohibido, porque si no, entonces realmente nos estamos engañando, yo me estoy engañando. Estoy suponiendo que estoy creando una empresa que la realidad es que está solapada por otra, y que nunca va a llegar a ser exitosa. Para hacer eso tenemos que tener servicios diferenciados, que sean empresas muy innovadoras para que puedan ser competitivas, y lo único que hago yo es darles un pequeño empujón. Utilizan de plataforma la inmobiliaria, simplemente para temas de oficina, contabilidad, administración, y los contactos y el coaching que yo y mis otros socios les podemos ofrecer a estas nuevas empresas. Pero al final del día necesitan ser muy innovadoras, necesitan ser muy competitivas, porque la regla es que no nada más no las vamos a subsidiar, sino que el servicio que nos tienen que dar a las propias empresas debe ser de mejor calidad, y debe ser por lo menos igual o más barato. Si lo hacemos así, quiere decir que estamos siendo muy competitivos en el mercado. Yo realmente a lo que les ayudo es a arrancar. Pongo gente estratégica que evidentemente son socios míos también, que entienden el negocio, y yo lo que hago es empujarlos y coachearlos para que vayan creciendo. Al final del día yo nada más me meto en la parte inicial, en la creación de la empresa, y después suelto las riendas para que estas empresas vayan creciendo y sean lo más independientes posibles. Mi idea no es estar siempre metido, porque si no, nunca voy a poder seguir creciendo en otros nichos de negocio.
-Roberto Ibarra: Jesús, cuéntanos de tu experiencia y de lo que has evaluado. ¿Qué tanto cambia el desempeño de uno de estos equipos? Pensando en que todas estas empresas que tienes, que al final te ofrecen servicios a ti también, los tuvieras todos integrados y atendiéndote sólo a ti en tu inmobiliaria. ¿Cambia mucho el desempeño de un equipo a partir de que lo sacas de tu negocio y lo pones a competir con el mercado?
-Jesús de Hoyos: Sí, absolutamente. De hecho tan cambia, que el objetivo de hacer empresas todas diferentes, cada una con su propia marca, con su propia imagen, pero también con su propia visión, misión, estrategia, con su propio liderazgo, eso le da mucha autonomía a las empresas, y hace que en lugar de que se conviertan en un lastre, porque dependen siempre de la holding o de la empresa madre, le das independencia muy temprano a cada una de estas empresas, y las fuerzas a que maduren rápido y validar el modelo de negocio, entender si van a ser exitosos o no. No sirve de nada mantener con vida empresas que realmente no van a ser exitosas. Entonces una vez que nos damos cuenta que las empresas no están funcionando, simplemente las cerramos. Entonces por eso es importantísimo que tengan esa propia independencia y ese propio liderazgo. Te digo, ya nada más al principio yo entro en la creación y en la visión de cada una de estas empresas, pero luego tienen que aprender a caminar solas.
-Roberto Ibarra: Jesús, por ejemplo, cuéntanos cómo decides tú cuándo es el momento adecuado de sacar un equipo de tu corporativo principal y hacer una empresa nueva. Voy a poner un ejemplo muy burdo, pero digamos que para tus negocios tienes un área grande que se encarga de la limpieza. ¿En qué momento decidirías tú que es momento de crear una nueva empresa que se dedique a la limpieza, y tiene que ser igual de competitiva que las de allá afuera o si no corro a todos y mejor contrato al competidor? ¿Cómo es ese modelo mental que utilizas para decidir el momento adecuado de hacer esto?
-Jesús de Hoyos: Bueno, definitivamente sí puede ser muy tentador a la vuelta de cada esquina decir que voy a hacer una empresa de esto y de esto otro, pero la idea no es así. Parte de todo esto es también identificar nichos de mercado que están siendo desatendidos, y al mismo tiempo ver la oportunidad interna de tener recursos propios para atender ese nicho de mercado o atender esa problemática. Tampoco pretendo hacer una empresa de todo. Al contrario, cada vez que hacemos una empresa, como la constituimos formalmente, ya con su contabilidad y todo, es una chamba administrativa tremenda. Si me lleno de empresas es complicadísimo administrarlas. Entonces lo que hacemos es que yo siempre estoy en busca, yo creo que muchos emprendedores siempre estamos en busca de oportunidades. Tenemos esa mente abierta de siempre estar abierto a las oportunidades que nos pasan por enfrente. Entonces así es como de repente me voy dando cuenta que existen algunos nichos de oportunidad o algunas problemáticas que se pueden resolver, y ahí es donde empiezo a ver si puedo atenderlas con los recursos que tenemos ahorita nosotros a la mano. Mi intención es que se vaya haciendo una pequeña bola de nieve, que una empresa le ayude a crecer a la otra y esta otra le ayude a crecer a la siguiente y a la siguiente. Aunque al principio no generen mucha utilidad, sí por lo menos que sean autosustentables, que se paguen sus servicios, que se paguen sus sueldos, y que empiecen a crecer. Yo sé que a lo mejor son empresas que a mí en lo personal no me van a generar mucha utilidad los primeros años, pero la intención es que vayan creciendo, que se vayan apoyando la una en la otra, y que vayan haciendo una bola de nieve, que al final vaya creciendo todo el volumen de operación. Que vayan creciendo además las oportunidades, porque a cada uno se le van presentando oportunidades distintas que evaluar y ver si se toman o no. Pero al final del día se vuelve un ganar-ganar entre cada una de las empresas, y se va generando un vínculo virtuoso.
-Roberto Ibarra: Jesús, déjame ver si entendí bien esta parte del concepto de la generación de empresas. Porque yo partí al revés, de que tú tenías algo interno que lo querías optimizar, y entonces lo sacabas. Pero más bien como tú comentas es la necesidad que tuviste, que porque no encontraste una solución en el mercado, por ejemplo, en iHomes, que tuviste que traerla. Cuando detectas tal cual que no había una solución para tu problema y tú tuviste que resolverlo para ti mismo, ¿es ahí el momento en el que dijiste: híjole, aquí hay una oportunidad, porque si yo tengo este problema y nadie lo está resolviendo, entonces debe haber muchas personas igual?
-Jesús de Hoyos: Sí, más o menos así. De hecho, por ejemplo, te platico, la agencia de publicidad y marketing, además de hacer lo que hace cualquier otro tipo de agencia que es branding, logotipos, marketing y todo esto, esta agencia me ayuda con todo el tema de los drones. Nos hemos especializado en drones. Entonces, por ejemplo, había una necesidad interna que nosotros teníamos, que era que yo para las presentaciones de inversionistas, para las supervisiones de obra, quería tener imágenes aéreas. Cada semana yo tengo una junta interna, y cada mes tenemos una reunión con inversionistas. Para mí era importante tener este tipo de equipos para poder tener imágenes y presentar los avances de los proyectos. Entonces así fue como empezó. Tuvimos esa necesidad, vimos que había pocos en el mercado, y que cobraban muy caro. Entonces fue cuando empezamos con la agencia. Ya teníamos el equipo interno que hacía branding y estas cosas, que hacía algo de producción gráfica, y entonces compramos un dron primero, empezamos a hacer algunos ejercicios y al final ahorita es una empresa que me ayuda con todos los recorridos aéreos. Hacemos toda la postproducción y ya nos metimos a hacer videos institucionales además de toda la parte gráfica. Al final fue eso, había un nicho desatendido que yo sentí que nosotros podíamos atacar, y una vez probando que podíamos ofrecer el servicio interno, fue cuando decidimos, vamos a explorar y a ver si podemos conseguir clientes por fuera. Una vez que lo conseguimos, fue cuando decimos: ahora sí vamos a lanzarnos al mercado ya como una empresa hecha y derecha, y así es como van creciendo. Así es como han ido creciendo cada una de las empresas.
-Roberto Ibarra: Jesús, muchas gracias por compartir esto y cómo han funcionado tus emprendimientos. Cuéntanos ahora de este libro que acabas de sacar, que no lo puedo pronunciar bien. “El Ikigai del éxito” ¿Qué significa esto y para empezar cómo se pronuncia?
-Jesús de Hoyos: Ikigai. Te platico, la verdad es que a mí me encanta platicar este tema. Actualmente estoy escribiendo un libro con todas estas experiencias. Me encanta escribir, escribo como mencionaste al principio para varias revistas. Lo que me interesa hacer es compartir con los nuevos emprendedores un poquito de lo que me ha pasado a mí, y cómo le pueden hacer para no toparse muchas veces con la misma piedra o con la misma puerta cerrada. Entonces sí escribí un pequeño libro con algunas anécdotas, experiencias, y cuando empecé a hacer la investigación de diferentes temas que quiero tocar, me topé con este tema en particular que se llama Ikigai. El Ikigai es un concepto filosófico japonés, que básicamente se traduce como la manera de sentirse pleno todos los días con lo que estamos haciendo y con nuestra vida. Entonces cuando yo lo empecé a investigar, me encantó el concepto y vi que se podía traducir o trasladar fácilmente al mundo del emprendimiento y de los negocios. Decido crear un capítulo en el libro, pero después me gustó tanto que decidí hacer un libro aparte completamente. Fue donde nació este e-book, que es gratuito. Se puede descargar de mi blog, y por cierto también se puede comprar. Cuesta solamente 99 pesos. La gente decide si comprarlo o no. El 100% de los ingresos se van a un instituto de beneficencia pública, el Instituto Nuevo Amanecer, que apoya a niños con parálisis cerebral. Pero te platico de qué se trata. Básicamente el concepto dice que, para poder ser exitoso, como dicen ahí la vida de los negocios se deben atacar cuatro grandes áreas. Es un concepto muy parecido a lo que se conoce como el switch spot, que muchos emprendedores seguramente lo ubican. El switch spot es un concepto que desarrolló Jim Collins en su libro “Good to Great”, que también le llamada “The Hedgehog Concept”, el concepto del erizo. Básicamente decía que para llegar al sweet spot hay que tener pasión, hay que tener habilidades y hay que tener un mercado. Si tienes esos tres, va a ser un éxito tu empresa. Esto él lo analizó después de mucha investigación. Estuvo revisando cómo muchas empresas exitosas de Estados Unidos llegaban a sobresalir. Gillette, Wells-Fargo, muchas empresas de los ochentas y noventas que eran muy exitosas. Él decía que para ser exitoso hay que tener estas tres áreas. Yo en lo personal siento que ese concepto ya está obsoleto. Hay que agregar una cuarta área, un cuarto círculo si lo damos como círculos centralizados, que es la manera en que ayudamos a nuestra comunidad o al mundo, o el propósito que tenemos detrás de nuestra empresa. Yo considero que hoy en día una empresa que se dedica solamente a hacer dinero para los accionistas, es una empresa que va a ir perdiendo ventajas competitivas, y que va a ir perdiendo participación en el mercado. Hoy en día, con los millenials y demás generaciones, es impresionante. Te doy un dato; nunca antes en la historia de la humanidad había habido tantas organizaciones sin fines de lucro. Tanta gente allá afuera trabajando sin recibir un sueldo. Quiere decir que a toda esta gente no la motiva el dinero, la motiva el propósito que está detrás de lo que están haciendo. Entonces hoy en día las empresas más exitosas son las que no trabajan por dinero. Parecería que sí. Por ejemplo, Apple. Realmente no trabaja para hacer dinero; su objetivo es ser la empresa más innovadora del planeta, y esa es la bandera con la que se mueven, y es la filosofía detrás. Disney, por ejemplo, su objetivo no es hacer dinero. Su objetivo es hacer feliz a la gente. Ese es el propósito detrás de Disney. Claro, una lleva a la otra, pero esa es la gran diferencia entre empresas que solamente hacen dinero, y otras que tienen un propósito detrás, además de que empresas que tienen propósito detrás o que tienen un sentido, o que ayudan a la comunidad, o que ven la forma de dar al mundo, tienen clientes más comprometidos, tienen empleados más leales, y todo eso va haciendo que sean empresas que de alguna forma puedan garantizar un éxito sostenido a largo plazo. Básicamente de eso se trata el libro.
-Roberto Ibarra: Jesús, muchas gracias por compartir todo esto. Ahora te voy a pasar a una sección de preguntas más rápidas, donde el objetivo es más bien entender más cómo funciona tu mente como emprendedor, y ahora no tanto tus emprendimientos. Tómate un poco menos de un minuto para estas respuestas. La primera pregunta es: Jesús, inicialmente a ti, ¿qué te detenía a emprender?
-Jesús de Hoyos: Yo creo que quería estar listo. Mi empresa inmobiliaria, que considero que es la primera empresa exitosa, ya había cometido algunos errores antes, entonces quería estar lo suficientemente preparado. Quería entender lo suficientemente bien el negocio para salir, y que fuera un éxito. Eso me llevó seis años de emprender y entender bien el negocio en el que me estaba metiendo.
-Roberto Ibarra: Jesús, ¿cómo sentiste tú que ya estabas listo? ¿Te levantaste un día y dijiste: ya me siento listo? ¿Cómo fue ese proceso?
-Jesús de Hoyos: Fue un proceso que duró varios años. Básicamente durante el tiempo que yo estuve trabajando para esta inmobiliaria, una de las más grandes del país, fui entendiendo el negocio, fui escalando puestos, y una vez que ya tenía una responsabilidad en la cual ya podía controlar todas las áreas del negocio, tanto la parte financiera como coordinar la parte técnica, coordinar muy bien la parte de construcción y ventas, me sentí ya listo como para empezar a hacer pequeños approaches con inversionistas, sin antes salirme de la empresa. Fui empezando a hacer algunas presentaciones con inversionistas, fui empezando a armar ya un equipo, y una vez que me sentí confiado en que si me aventaba a emprender había gente que me iba a respaldar, fue cuando me doy cuenta que ya estaba listo. Después no fue así, pero esa es la historia ya de cualquier emprendedor. Muchas veces no sale como planeas.
-Roberto Ibarra: Jesús, a lo largo de tu trayectoria como emprendedor, ¿cuál ha sido el mejor consejo que has recibido?
-Jesús de Hoyos: Mejor consejo. Fíjate que yo creo que es el primer consejo que recuerdo. Me lo dio mi padre, y me dijo: hijo, en la vida hay tres tipos de personas. Las personas que hacen que las cosas sucedan, las personas que ven las cosas pasar, y las personas que ni siquiera se dieron cuenta que las cosas pasaron. ¿Cuál de esas quieres ser tú? Recuerdo que esas fueron sus palabras.
-Roberto Ibarra: Jesús, en tu quehacer diario como emprendedor, ¿tú personalmente utilizas alguna herramienta digital, algún sitio web o alguna app que crees que le pueda servir a otros de nuestros Vidapreneurs?
-Jesús de Hoyos: Sí, claro. De hecho, utilizo varios. Algunos seguramente muchos ya los conocen. Pero las que más utilizamos son Dropbox, que es fabulosa para compartir archivos, sobre todo cuando hay varias empresas. Yo utilizo Wunderlist para tareas. Utilizamos Trello también para actividades colaborativas. Eso es en la parte digamos profesional. En la parte de desarrollo personal, yo te podría decir que utilizo un par de herramientas que seguramente muchos obviamente ya utilizan. Una es los podcasts de la aplicación para escuchar podcasts. Es obvio que tu audiencia ya lo utiliza, pero lo que quisiera transmitirles es que yo hace dos años dejé de escuchar radio y noticias. Antes escuchaba muchas noticias, y trataba de estar entre comillas informado, para estar al día. Pero poco a poco me fui dando cuenta que realmente, por eso digo entre comillas informado, porque es pura información que realmente no sirve de nada. Es información trivial, es información que realmente no te deja nada al final del día. Tal vez te pueda servir para a lo mejor sacar plática en alguna reunión o algo así, pero la verdad es que existe allá afuera tanto podcasts como audiolibros, así como contenidos, talleres en audio, etcétera, que nos ayudan a desarrollarnos más como personas y que nos agregan valor. Entonces eso para mí es importantísimo. Yo escucho todos los días este tipo de podcasts o audiolibros, etcétera, y esa es una de las herramientas que a mí en lo personal me sirven mucho.
-Roberto Ibarra: Jesús, ¿cuál ha sido el hábito que tú has descubierto que en mayor medida contribuye a tu éxito personal?
-Jesús de Hoyos: Pues podría ser, creo que soy muy bueno para establecer metas y objetivos claros, y perseverar para alcanzarlos. Por otro lado, creo que también soy muy asertivo en la comunicación. Eso me ha ayudado a establecer muy buenas relaciones con mis socios. Por ejemplo, yo escucho a muchos decir que siempre son un problema los socios, y que siempre terminas peleado. La verdad es que si eres muy asertivo en la forma en que los seleccionas y en la forma en que te comunicas con cada uno de ellos, y siempre buscas un ganar-ganar, al contrario. Yo aprendo todos los días mucho de ellos, y creo que es parte de esa actividad en la comunicación.
-Roberto Ibarra: ¿Sabes? Algo que comentas, Jesús, cuando dices que hay que tener mucha claridad en los objetivos. Se puede escuchar fácil, pero ya cuando ves estas metodologías porque hay por ejemplo la metodología Smart de cómo definir un objetivo que sea simple, medible, alcanzable, relevante, y que esté acotado a un tiempo, dices: híjole, ¿en realidad mis metas cubren con todo esto? Ya que empiezas a describirlas con este tipo de modelos, se hacen mucho más claras, y de cierta manera más fáciles de alcanzar. Jesús, además de tu libro que va a estar aquí en las notas del programa, ¿cuál otro libro o película nos podrías recomendar para nuestros Vidapreneurs, y por qué?
-Jesús de Hoyos: Como te dije al principio, a mí me encantó el de “Padre rico, padre pobre”. Creo que explica muy bien el por qué hay que emprender, y el concepto de libertad financiera que a veces ya puede sonar muy trillado, pero creo que es fundamental entenderlo. Pero además de este, creo que el siguiente libro de Roberto Kiyosaki, el de “Cash Flow Quadrant”, El Cuadrante del flujo de dinero, creo que es el mejor libro de todos. Son los mejores esos dos. Yo creo que cualquier emprendedor debe leer esos dos libros para entender realmente lo que significa emprender, y cuál es el concepto de libertad financiera. Porque muchas veces uno piensa que está emprendiendo, pero realmente lo que termina siendo es uno empleado de uno mismo. Eso no es emprender, por lo menos no desde mi punto de vista. Cuando uno emprende, el emprendimiento es el primer paso para formar o hacer empresa. Ese es el objetivo final.
-Roberto Ibarra: Tal como tú comentas, crear un emprendimiento para que me de empleo no es esta visión que se espera al final del día de estos emprendedores de éxito. Jesús, ahora te voy a llevar a una situación hipotética en la que están muchos de nuestros Vidapreneurs. Que son estos emprendedores que están esperando nacer, o que acaban de nacer y están esperando crecer. Entonces imagínate que por algún evento catastrófico te quedas sin tus emprendimientos actuales, y amaneces sólo con 500 dólares y una laptop. ¿Qué harías tú en los próximos siete días?
-Jesús de Hoyos: Pues creo que lo que haría sería primero reflexionar por qué me quedé sin todos los emprendimientos. Si algo he querido hacer es diversificarme un poco, y que de repente todos fracasen, algo debería estar haciendo muy mal. Pero una vez haciendo eso, yo creo que lo más fácil y rápido sería inmediatamente comprar un dominio web, instalar Wordpress, hacer una página, contratar un servicio de diseño de estos del tipo 99 Designs para crear una marca personal muy profesional, y tal vez empezaría con consultoría o coaching de negocios. Tal como lo decía al principio, mis primeros años dentro de la desarrolladora inmobiliaria, no fue fácil cerrar proyectos. Entonces me dediqué a la consultoría inmobiliaria. Ahorita tal vez con la experiencia que tengo, podría dedicarme a la consultoría en general de negocios. Es más, inclusive yo creo que me animaría a identificar primero algunas empresas con problemáticas, y decirles: ¿sabes qué? Te voy a ayudar a resolver y aumentar tus ventas, y no me pagues. Dame un porcentaje de las ventas que yo te ayude a incrementar. Eso sería algo que antes era imposible hacerlo, porque no tenía ni la confianza ni la experiencia, pero creo que ahorita sí lo podría hacer.
-Roberto Ibarra: Jesús, antes de despedirnos por favor danos un último consejo y la manera más fácil de contactarte.
-Jesús de Hoyos: Yo creo que le aconsejaría a todos tus Vidapreneurs, primero que emprender a veces suena complicado. Yo creo que emprender es relativamente fácil, y cualquiera lo puede hacer. Lo puede hacer un taxista, lo puede hacer un taquero, sin demeritar sus trabajos. Creo que son trabajos muy loables. Pero realmente lo que se necesita es emprender y tener éxito. El éxito es sostenido porque como bien sabemos, tú lo dices frecuentemente en tus programas, nueve de cada diez empresas fracasan. Entonces para eso hay que estar preparados antes de emprender. Cómo, hay que leer, hay que preguntar, hay que buscar mentores, hay que escuchar podcasts y programas como el tuyo. Yo les diría que por favor no se avienten así nada más, porque inclusive para aplicar la metodología de Erick Riese, que es de órale, anímate, incluso para eso hay que prepararse y hay que planear. Está comprobado. Inclusive lo van a leer en el último artículo que escribí para Entrepreneur. Por ahí si tu audiencia se mete a leerlo, está comprobado que la mayor causa de fracaso de las empresas está directamente relacionada a que el emprendedor no estaba suficientemente preparado. Entonces por favor, prepárense antes de salir. La forma de contactarme más fácil yo creo que es a través de mi blog. Tengo un blog que se llama Líder Emprendedor, que es www.lideremprendedor.com. Ahí está mi contacto de Twitter, Facebook, LinkedIn. Ahí están todos los artículos que escribo con regularidad, y también de ahí pueden bajar el libro, que los invito a que lo lean, que lo descarguen y que se animen a comprarlo. Se puede descargar gratis, porque yo siempre he creído que el conocimiento no debe ser exclusivo de unos cuantos, sino que entre más gente conozca consejos que les ayuden a crecer y emprender, cada vez vamos a tener más y mejores emprendedores, y eso nos va a ayudar a tener un mejor país y una mejor comunidad. Pero también que se animen a comprarlo, cuesta 99 pesos, y el 100% de los ingresos va al Instituto Nuevo Amanecer, que es un instituto que apoya a niños con parálisis cerebral. Lo pueden encontrar ahí o lo pueden encontrar también en iTunes, en el iBook Store.
-Roberto Ibarra: Excelente. Tu página de blog va a estar aquí en las notas del programa. Jesús de Hoyos, muchas gracias por compartir tu historia aquí en Vida Entrepreneur, que estamos seguros le dará vida a nuevos emprendedores.
-Jesús de Hoyos: Muchas gracias.
Gracias Vidapreneurs por escucharnos una vez más. En nuestro siguiente capítulo conocerán a otro emprendedor exitoso que comenzó como todos nosotros; sin nada. Suscríbete a nuestro podcast en iTunes para que no te pierdas ningún episodio. Visita nuestra página web, vida-e.com para consultar la información que escuchaste hoy y acceder a otros recursos. Dale vida a tu emprendimiento hoy, utiliza el mismo servicio que por más de 5 años hemos usado para hospedar nuestras páginas web. Entra a http://vida-e.com/hospedaje y obtén un 60% de descuento en tu primer año de hospedaje.